El Ayuntamiento de Madrid ha puesto cerca de 3 millones de multas de tráfico el pasado año 2016. Esta cifra supone un 30,5 % más respecto al año 2015, y un considerable aumento de ingresos para las arcas municipales pese a que desde el consistorio se sostenga que no existe afán recaudatorio en ello.
Aunque este dato se corresponde con nuestra capital, no deja de ser un fenómeno generalizado.
Casi todos los ayuntamientos han incrementado el número de multas de circulación, como consecuencia de la implantación de medidas para controlar la velocidad en el casco urbano y los cruces con cámaras en los semáforos.
En el caso particular de Madrid, según los datos aportados por la alcaldía, el incremento de denuncias se ha producido en dos apartados concretos, los controles de velocidad y de semáforos, y la reorganización de la circulación en el centro de la ciudad. Como todos podrán recordar a principios del año pasado se amplió el espacio de las áreas de prioridad residencial (APR) con la incorporación del barrio de Ópera, lo que provocó una avalancha de denuncias motivada por la mala señalización de la zona. El Ayuntamiento tuvo que echar marcha atrás y devolver el importe de las sanciones que habían tramitado.
Pese a todo, esta APR se ha convertido en la fuente de recaudación más importante de todas las existentes, casi un 70% de las sanciones en estas zonas restringidas y, un quebradero de cabeza para los sufridos conductores madrileños.
Como comentábamos la implantación de más foto-rojos en las calles de nuestra ciudad, así como las nuevas limitaciones de velocidad en la M-30 también justifican el incremento de las denuncias formuladas. En el caso de los semáforos en rojo la subida supone un 108% más que el pasado año con casi 40.000 denuncias. Sin duda este sistema de control es un elemento que incide en una mejora de la seguridad vial pero habría que analizar cuáles son los motivos que determinan este aumento tan espectacular de denuncias.
La instalación de estos sistemas, siempre supone un importante aumento de estas denuncias durante los primeros meses de su implantación. Aunque todo conductor sabe que la aproximación a un cruce supone que debe adecuar la velocidad de forma que pueda detener su vehículo de forma segura, tal vez no estaría de más revisar la señalización advirtiendo de la presencia de estos fotos-rojo en las zonas donde se localizan, haciéndola más visible para el conductor.
Donde sí han bajado las denuncias ha sido por el uso de los parquímetros, que suponen cerca de un millón de denuncias tramitadas en el año 2016, un 5,6% menos que el año pasado. En este apartado no podemos olvidar que el consistorio amplió el horario de estacionamiento regulado y la mayoría de las denuncias lo son por rebasar el horario de estacionamiento. Aunque éste es sin duda el motivo principal de todas ellas, también son frecuentes los errores en la incorporación de los datos de las matrículas o el estacionamiento en zonas distintas a las que se sacó el ticket.
Sea como sea, el Ayuntamiento ha recaudado una importante suma de dinero por las multas de tráfico y, el ciudadano lo percibe como un afán recaudatorio de la administración local porque no ve una mejoría en la circulación, incluso más bien como una persecución del automovilista.
Recuerde que CEA siempre está para asesorarle y proteger sus intereses. Puede acudir a nosotros para ello.
Eugenio Dobrynine. Director Asesoría Jurídica de CEA.
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