En muchas ocasiones perdemos la oportunidad de que nos estimen un recurso que hemos interpuesto para recurrir una multa, formulada por una infracción de tráfico porque no hemos sido capaces de aportar las pruebas que acreditaran la inexistencia de infracción.
Todos sabemos que la palabra del Agente prevalece frente a la del conductor en un expediente sancionador, por lo que es imprescindible aportar pruebas de contrario que desvirtúen la declaración de éste, o en su caso permitan al instructor realizar una valoración exacta de los acontecimientos.
Hoy en día, las nuevas tecnologías nos han simplificado la obtención de pruebas, los teléfonos móviles con cámara nos permiten sacar fotos y grabar videos que posteriormente podremos incorporar a nuestro escrito de alegaciones para recurrir una multa.
¿Cómo recurrir una multa?
En algunos casos, será conveniente aportar pruebas fotográficas que puedan acreditar la inexistencia de señalización en el lugar de los hechos, o la leyenda contenida en la misma que exonere de responsabilidad al conductor por estar autorizado para ello.
En algunos casos, la señalización puede estar tan deteriorada que no sea posible su visualización, sobre todo en el caso de marcas viales, por lo que es aconsejable también aportar en el recurso para recurrir una multa, la correspondiente prueba fotográfica que lo corrobore. Puede que la espesa vegetación a proximidad de la señal impida que ser vista correctamente, otro de los supuestos que se puede dar y cuya constancia fotográfica puede dar lugar a la estimación del recurso.
En otros casos, puede existir contradicción entre señales, algo que, aunque nos parezca mentira, sucede más de lo que nos podemos pensar. Cuando esto ocurre también es conveniente aportar pruebas fotográficas.
En algunos casos, cuando no podamos volver al lugar de los hechos, podremos intentar obtener esas pruebas utilizando las aplicaciones informáticas existentes que nos ofrecen imágenes fotográficas de la zona. En estos casos, a veces la antigüedad de las imágenes puede no recoger fielmente la señalización actual o su inexistencia, pero no deja de ser una opción.
En el caso de que queramos recurrir una multa por exceso de velocidad, podemos observar si en la zona donde se cometió la infracción existe una señalización de limitación de velocidad superior por la que hemos sido denunciado, por lo que es conveniente también obtener prueba fotográfica de la misma para comprobar si se ha calculado correctamente teniendo en consideración los márgenes de error del radar de velocidad. Para este supuesto son de gran utilidad las aplicaciones de geolocalización.
Otra de las multas más frecuentes, son las relacionadas con accesos a las áreas de acceso restringidas (APR), cada vez más frecuentes en cualquier municipio, para estacionar en un parking próximo. En estos casos, para recurrir la multa, conviene conservar los justificantes de pago del parking, y si no lo tuviéramos, solicitar al parking un justificante de haber estacionado en la fecha y hora de la denuncia. Hoy en día, la mayoría de los parkings tienen sistemas de grabación de matrículas, con lo que no debe de presentar demasiado problema obtener el justificante.
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Si se tiene autorización de acceso o de estacionamiento por las características del vehículo, aportar siempre en el escrito para reurrir la multa, la documentación que lo acredita.
En todo caso, la mejor recomendación es la de ponerse en manos de profesionales que sabrán asesorarle convenientemente y harán las alegaciones pertinentes para recurrir la multa.
Eugenio de Dobrynine – Abogado de CEA
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