Con la llegada de los meses invernales, la conducción se convierte en un desafío adicional debido a las condiciones climáticas adversas que pueden afectar la seguridad en las carreteras. La nieve, el hielo y las bajas temperaturas pueden crear situaciones peligrosas para los conductores, lo que aumenta el riesgo de accidentes de tráfico. Además de los desafíos naturales, los conductores también deben ser conscientes de las regulaciones de tráfico específicas relacionadas con la conducción invernal, ya que el incumplimiento de estas normas puede resultar en multas significativas.
Estamos en invierno y con él viene el mal tiempo, las nevadas, y los peligros para la seguridad vial, por eso, es necesario recordar algunos aspectos básicos como los diferentes niveles de dificultad a la hora de circular con nieve. Estos niveles quedan representados con unos determinados colores, en función de la dificultad y riesgo que suponen para la conducción.
Uno de los elementos climatológicos frecuentes con los que se puede encontrar el conductor durante el periodo invernal es la nieve. Recientemente hemos sufrido en España una nevada que ha colapsado la circulación, dejando a muchos conductores atrapados en las carreteras.