La última campaña de la Dirección General de Tráfico de controles de alcohol y drogas realizada hace unas semanas, deja nuevamente un dato preocupante. Un 33% de las pruebas de control de drogas realizadas por la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil resultaron positivas.
En una semana se realizaron un total de 4.469 controles a conductores que presentaban algún síntoma de haber ingerido alguna sustancia, o fueran denunciados por la comisión de alguna infracción o estar implicado en un accidente de tráfico. Las sustancias más consumidas son el cannabis, la cocaína y las anfetaminas.
Los resultados son alarmantes porque, aunque se están incrementando los controles drogas de Guardia Civil, no alcanzan todavía los llevado a cabo para los controles de alcoholemia, y sin embargo los resultados positivos son proporcionalmente más elevados. El consumo de drogas al volante es un fenómeno extendido más de lo que nos podemos imaginar, y que pone seriamente en riesgo la seguridad vial.
La falta de medios técnicos para realizar las pruebas de contros de drogas, por parte de los encargados de la vigilancia del tráfico hace que se esté generando cierto sentimiento de impunidad por parte de los conductores habituales consumidores de este tipo de sustancias. De llevarse a cabo este tipo de controles en núcleos urbanos los resultados serían todavía más preocupantes.
El consumo de drogas entre los conductores no sigue un patrón concreto, son de todas las edades y condiciones sociales, aunque cada vez son más habituales los conductores profesionales, y en particular aquellos que se dedican al reparto de mercancías.
La corriente social que promociona el consumo de determinadas drogas como la marihuana, aunque sólo sea con fines exclusivamente terapéuticos no ayuda para nada en estos casos, ya que se relativiza lo influencia que puede tener su ingesta en la conducción.
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La llegada del verano, con su carácter relajado y festivo, y el consiguiente aumento de desplazamientos cortos para acudir a los lugares de ocio coincide con un incremento considerable de conductores que se ponen al volante habiendo consumido drogas. Los viajes en grupo son más frecuentes y por lo tanto en caso de accidente las consecuencias suelen ser más graves.
No es fácil luchar contra esta lacra, pero en todo caso deben incrementarse por partes de las autoridades las informaciones sobre las consecuencias que conlleva conducir con influencia de estas sustancias en el organismo. No sólo sobre los efectos en el organismo, si no también sobre las consecuencias legales que puede acarrear.
Sanciones por consumo de Drogas
Sanción | Via | Consecuencias |
Conducir con presencia de drogas en el organismo | Administrativa | 1.000 euros y 6 puntos. |
Conducir bajo la influencia de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas | Penal | Prisión de tres a seis meses o multa de 6 a 12 meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 30 a 90 días, y privación del derecho a conducir de uno hasta cuatro años. |
Negativa a someterse a las pruebas | Penal | Prisión de 6 meses a un año y privación del derecho a conducir de 1 a 4 años. |
Ya lo sabemos, las drogas no son buenas ni dentro ni fuera del coche. Debemos evitar entre todos que se extienda esta lacra por todo lo que ello supone.
Eugenio de Dobrynine - Abogado de CEA
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