Cerca de 22.000 conductores han sido denunciados en la última campaña de vigilancia que ha realizado la Dirección General de Tráfico en las carreteras convencionales, que son las que presentan una mayor siniestralidad por su configuración al carecer de elementos separadores, y que pese a tener una menor densidad de circulación, presentan una mayor siniestralidad.
Con la llegada de los meses invernales, la conducción se convierte en un desafío adicional debido a las condiciones climáticas adversas que pueden afectar la seguridad en las carreteras. La nieve, el hielo y las bajas temperaturas pueden crear situaciones peligrosas para los conductores, lo que aumenta el riesgo de accidentes de tráfico. Además de los desafíos naturales, los conductores también deben ser conscientes de las regulaciones de tráfico específicas relacionadas con la conducción invernal, ya que el incumplimiento de estas normas puede resultar en multas significativas.
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha colocado 3 de las 270 cámaras que pretende colocar a lo largo del año en las carreteras de Madrid con el objetivo de poder controlar si los conductores llevan puesto el cinturón de seguridad.