El exceso de velocidad es una de las principales causas de los accidentes mortales en España, y una de las infracciones más comunes que suelen cometer los automovilistas. Hoy día los controles por exceso de velocidad están extendidos por toda la geografía nacional y se realizan tanto en carreteras, como en las vías urbanas.
Es el Real Decreto Legislativo 6/2015, de 30 de octubre, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, el que en su artículo 21 (límites de velocidad) establece la obligación del conductor de: “respetar los límites de velocidad establecidos y a tener en cuenta, además, sus propias condiciones físicas y psíquicas, las características y el estado de la vía, del vehículo y de su carga, las condiciones meteorológicas, ambientales y de circulación y, en general, cuantas circunstancias concurran en cada momento, a fin de adecuar la velocidad de su vehículo a las mismas, de manera que siempre pueda detenerlo dentro de los límites de su campo de visión y ante cualquier obstáculo que pueda presentarse”.
Las multas por exceso de velocidad en carreteras secundarias en España están reguladas por la Dirección General de Tráfico (DGT). Estas sanciones varían dependiendo de la velocidad a la que se circule y el límite de velocidad establecido en la vía.