La seguridad de los menores al viajar
Resulta desconcertante, que a pesar del instinto proteccionista para con los menores que implica la Patria Potestad, resulten ser los padres los que propician que se den las causas más frecuentes de la muerte y lesiones definitivas de los niños en su infancia. Se trata de los accidentes de tráfico, de los que se derivan lesiones para los niños por no ir adecuadamente sujetos durante los trayectos en vehículo.
Si bien entendemos por accidente aquel suceso imprevisto que altera la marcha normal de las cosas, los adultos deberíamos ser conscientes de que, si no se sujeta adecuadamente al menor en el interior del vehículo, es perfectamente previsible que en caso de accidente, el niño sufra lesiones e incluso la muerte.
Y es que, en circunstancias iguales, en caso de accidente, los niños tienen más probabilidades que los adultos de sufrir lesiones graves por sus características físicas: desproporción de la cabeza con el cuerpo que se agudiza más cuanto más pequeño es el niño, en un bebe la cabeza puede suponer hasta un 30% de su peso total, frente al 6% que supone para el adulto, por ello, hasta los dos años en caso de accidente suelen sufrir lesiones de cuello. Entre los dos y los cuatro años suelen sufrir daños en la cabeza, debido a la fragilidad de sus vértebras, que no son los suficientemente fuertes para soportar desaceleraciones bruscas. Y entre los cuatro y los diez años de edad, suelen sufrir lesiones en el abdomen y tienen mayor riesgo de sufrir hemorragias internas o lesiones abdominales debido a que sus órganos no están lo suficientemente fijados a la estructura abdominal y los huesos de la pelvis son muy frágiles.
Lo triste es que se afirma que el 75% de las muertes infantiles y el 90% de los daños graves que se producen en un accidente de tráfico se podrían evitar si los más pequeños viajaran en su correspondiente silla de coche, por tanto, los padres somos responsables de las muertes y lesiones de nuestros hijos en dicho porcentaje.
Por otra parte, es importante inculcar a los niños que sus sistemas de retención son lo más importante para protegerles y el mejor ejemplo que se les puede dar es que sus padres y familiares se pongan su cinturón de seguridad en el momento de ponerse en marcha el vehículo.
En cualquier caso, no hacer unos del cinturón de seguridad o del sistema de retención infantil es una infracción grave que lleva aparejada una multa de 200€ y la pérdida de tres puntos del carnet de conducir. Sanciones que no nos parecen tan exageradas cuando tomamos conciencia de que, utilizando un capazo, una sillita de bebe o simplemente un elevador podemos salvar la vida del niño en caso de accidente.
Cuando el niño alcanza los 1,35cm de altura puede empezar a utilizar sólo el cinturón de seguridad convencional, aunque hay que procurar que sea de tres puntos y tener cuidado de que la cinta inferior vaya sobre la cadera y la superior apoyada en el hombro, y no en el cuello.
Si los niños viajan en autobús, hay que tener en cuenta que aún no es obligatorio en todos los casos que el autobús esté equipado con cinturones de seguridad, dependerá del año de matriculación. Pero si viajan habitualmente en transporte escolar deberíamos de preocuparnos de que el mismo los tuviese.
María Oliva Gómez – Abogada de CEA
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